uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, conchetumadre ya.
agarré las llaves de mi nave, a esta hora el tráfico está duro en la costa, todos van saliendo del trabajo y la oscuridad inunda el cielo, la ciudad comienza a brillar y pasear en nave a estas horas por el centro es lo único que me calma. me acostumbro a las muecas después del tercer semaforo, saco la lengua de vez en cuando, tomo un poco de Jack. Las calles están húmedas y humeantes, Gótica parece amigable a ratos al lado de estos callejones oscuros, llenos de pasta base e incesto. Después del centro todo se oscurece, las casas se empiezan a juntar y el alumbrado público empieza a fallar. me estaciono en una esquina.
Uno, dos y tres. Vamos. Prendo un cigarro.
Esto se pone intenso. Pisar el acelerador hasta el fondo a este punto ya es natural, mi corazón va a explotar y mi cara está poseída, los labios secos, la cara seca. La velocidad es lo único que me hacer sentir vulnerable ahora. A 200 sigo vivito y coleando cagao' de la risa conchetumadre. Me gustaría tener radio, pero aún puedo sentir el Moog arpegiado con su sonido grueso y la 909 sonando en mi cabeza como si tuviera una radio en el auto. En la fiesta de anoche todo parecía tan surreal. Estábamos en el infierno bailando al ritmo del techno y la piscola, en el infierno las llamas arden todo el día, todo la noche ¿existirá el día en el infierno? me estoy quedando sin gasolina.
Entrando a la bomba me pregunto si las historias sobre el cielo y el infierno serán verdad. A veces pienso que todo es mentira y vivimos en ambos lugares: de día el cielo, de noche el infierno.

Buenas noches. 5 de 97. Gracias.

Después de parar un rato las cosas se ponen lentas. La magia solo dura un rato, lo suficiente para salir a acelerar y calmarme. Quiero dormir. quiero mi cama, mi casa.
uno, dos, tres, cuatro. Miro la hora. Cuatro y media. Conchesumadre.
Mis oídos vuelven a reventarse con el 909, ahora dudo si es una batería lo que escucho en mi cabeza, pero está palpitando mucho. Necesito volver. Que importa volver. Hay una lolita botada en la esquina.
Oye
-
Súbete
Y tú? Dónde vivis?
Querís jale?
Me gusta contar.

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La Rusia


Marihuanita rica. Lo único malo es que no sé dónde estoy. Mi visión es como la de una cámara que toma fotos en bulb. Las luces de la plaza son interminables. Haces de luz amarilla que a ratos me ciegan; a pesar que está atardeciendo las luces brillan muy fuerte, vengo de la casa de un amigo que siempre tiene pitos, me fumé tres, voy con los audífonos puestos y la capucha sobre la cabeza, así las viejas no cachan que estoy volao. Suena una canción letárgica, me siento bien, me siento sin problemas, me siento sin ese amargor que sentía antes de fumar. Veo a un perro pasar y siento que en cualquier momento se pondrá en dos patas y bailará la canción que sigue en mi mp3. Quiero sentarme, la plaza es larga, está recién inaugurada y está atardeciendo, deben ser como las 8, en verano oscurece tarde. Me senté en una galería de cemento, frente a una cancha vacía. Muevo la cabeza al ritmo de la música, se siente bien. Se acerca alguien, una chica rubia.
-Hola
-Hola
Y me besó, me dejó un poco aturdido, sacó un papelillo, pensé que era un jale o pasta, pero era una pastilla azul con una mariposa en  medio, la puso en su lengua y me besó de nuevo. La tomé de la mano, le pasé uno de mis audífonos, se recostó en mis rodillas, aún no distingo su cara, solo su brillante pelo rubio, las luces se hacen cada vez más difuminadas y nebulosas.
-Hey weón, despierta.
Era mi amigo, tenía más yerba y me invita a su casa. Al levantarme de la galería noté que estaba solo, tenía mi mp3 y mi billetera, caminé un poco y vi una animita.
“La Rusia”
-Hey, ¿de qué murió la Rusia?
-Se mató con pastillas. 

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Ándate a la mierda?
Ándate voh a la mierda weón.
Y este pueblo y toda su gente.
A la mierda los mendigos de 21, el viejo que agita el tarrito y en la casa lo esperan con tecito, a la mierda los Badullis, alcohólicos culiaos, tratan de sacar plata de donde no hay y riéndose de mí a mis espaldas. A la mierda el limpiavidrios que me ensucia todo el parabrisas, ¿se lo limpio? ¡Búscate trabajo vago! A la mierda los turros y sus cejas depiladas, a la mierda los hippies vendiendo weás en el centro.
Colectiveros y micreros amargados, todo el día corriéndome al fondo, cerrando suave la puerta y ellos no respetan la luz roja ¡Más lento mierda!
A la mierda los musculosos de los realities, de pechitos depilados y ropita cara. A la mierda los programas de farándula ¿no tienen vida acaso que andan sapeando’ la vida de los demás? Morbosos de mierda.
A la concha de su madre los productores y animadores de fiestas, en el café del mar, tomando mojitos en el boulevard, comiendo sushi en el mojito. ¿A quién chucha le importa su vida arribista? 
A la mierda las viejas culiás cuicas, con sus caras rebalsas en bótox, sus pañuelos Louis Vuitton con las narices llenas de cocaína que le compraron al Caman ¡No engañai' a nadie!
A LA RE PUTA Sankán y los políticos de mierda, todos vendidos, todos tienen precio para hacer al pobre más pobre y hacer al rico más rico, ¡mis pelotas su consejo regional! Puro nepotismo en esta ciudad de mierda, donde todos se arreglan los bigotes con la plata, se mandan a cambiar, se hacen la ‘lipo’ y siguen jalando ¡Y al final todos los imbéciles vuelven a votar por ellos!
A la mierda los peruanos, con sus películas piratas. Meando las calle de la ciudad y llenando conventillos donde viven hacinados, dejen de abalanzarse sobre mi auto!
A la concha de su madre las colombianas, prostitutas, telefonistas que le quitan el trabajo a las flojas de esta ciudad.
Que me la chupen los pacos corruptos, que andan quebrando los movimientos sociales con espías, que queman los liceos y culpan a los estudiantes.
A la mierda con  los Trotskistas, los Jotosos, los del FEL, los del POI, los del MUI, a la mierda con la mesa plana si al final todos venden el movimiento a sus jefes.
Mis cocos el obispo con su corrupto obispado y su catredal, sus anillos de oro blanco, sus acólitos, sus jeeps caros y casas en Azapa, sus EJEs, sus ENEs, sus EMEs, toda es mierda con la que hacen sentir bien a las personas un rato, a la mierda con su mafia.
De pasaita' a la mierda Jesucristo, la sacó barata ¿no? un día en la cruz, un fin de semana en el infierno y la gloria de los ángeles y arcangeles por los siglos de los siglos Amén ¡¡ven a traficar pasta una semana en el pueblo hundido o duerme diez días en los areneros!!
A la mierda Piñera, Hinzpetter y el nepotismo del conchadesumadre de Chadwick, a la mierda la UDI, el PPD, el PRO y los Parisi.
A la mierda mi familia y su fanatismo de mierda con la U y el Colo, se preocupan más de tener el CDF que llenar la despensa con comida.
A la mierda esta ciudad. Desde Tucapel a Santa María, desde la "once" hasta la Juan Noé, desde la Rosa Esther hasta Saucache, desde el agro hasta el cerro La Cruz. Que venga el gran terremoto y maremoto que todos predicen y quede todo en ruinas...
No weón, andate tú a la mierda ¡Tienes todo y lo estás hechando a perder! Sí, tu weó

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hace rato no me daba vueltas por aquí

me acordé que tenía blog, tengo note nuevo y soy feliz como lombriz. He aquí las weás que he escrito y que no estaban acá. despecho al máximo, es una bonita foto de lo que sentía ese día. "Hola, todavía me acuerdo la primera vez que te ví, sentada a mi lado, en un círculo de gente que quería cambiar el mundo, jamás pensé que ahí conocería a una mujer que llegara al fondo de mí, pero… Llegó, arrasó con lo que quiso y se retiró llevándose todo, casi todo en verdad, sólo queda rabia, rabia de haberte creído, rabia de seguirte los pasos, de devolverte las llamadas, de mandarte canciones. Nunca terminaste con él, me lo prometiste muchas veces. Invítame, invítame a ver una película y comer torta pero no le digas, no le digas que me besaste antes que terminara la película, que le caí bien a tu mamá, que me volviste a besar ese domingo, que me prometiste ser mi amiga y después me mandaste un mensaje igual, que te invité al cine y aceptaste. Miéntele, no le digas que me invitaste de vacaciones… Nuestro momento fué, la tinta de tus lágrimas se secó y me tomé el café que le cayó tu azúcar. Igual me llamaste hoy. ¿Sabes qué? Mejor dile, a mí, ya no me interesa." Entre carretiar, las pálidas de algunos amigos y uno que otro cagazo salió este, que sí tiene que ver con Drop pero no tanto. "Anoche Necesito irme, no puedo más. Traté de seguir las líneas blancas que están en medio de las calles, a las 4 am es difícil ver pasar algún auto en este pueblucho habitado por flaites y cosas por el estilo. No puedo caminar derecho. Pienso en lo que hice hace 2 horas: tomar, bailar, mirarte. La culpa me llena de miedo y vergüenza el cuerpo, pienso – dentro de la curadera – cómo llegaré a mi casa y cómo será la resaca de mañana. Quizá los posteos de Facebook se podrán borrar, pero la imagen que dejé en todas esas personas no se borrará a no ser que hayan estado más borrachos que yo. Las niñitas bien, los skaters, la asiática sexy, los hipsters, la blanquita de pelo café, el gay que estaba bailando atrás mío, el viejo que se cree joven, la obsesiva con el peso, la madre soltera, la que se embarazó esa noche, la que se curó por primera vez esa noche, los productores, los DJS, el que hacía el vídeo, el condón que tiré. No es la fiesta, no es la música, no es la sed, son las ganas. Las ganas de sentir que nada importa, las ganas de cansarse, las ganas de tomar, las ganas de conocerla, de conocerte, las ganas de que me agregues a Facebook, las ganas de conseguir tu celular, las ganas de fumar, las ganas de jalar, las ganas de decirte “te tengo ganas”. Tengo hambre. Fui por un completo en la estación de gasolina, prendí un cigarro, caminé a casa. Pero sacando toda la vergüenza y los posteos… puta que lo pasé bien."

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Cuentos e historias perdidas

Necesitaba publicarlos again.



Babilonia


Taranataranatarataranataranatara… 6.50 AM ya sonó el despertador, me estire acostado antes de definitivamente levantarme, camine como un sonámbulo hacía el baño, lave mi cara y mire al espejo. Herví un poco de agua para preparar el café mañanero, a pesar de tener 16 bebo mucho café (eso atribuye mis dolores de cabeza y mal sueño). Lavé mis dientes y volví a mirarme al espejo, me veía adormilado, pero bah! Qué más da tengo que ir a clases.

Después de caminar algunos minutos al son de Los Prisioneros y algunas bandas inglesas pasé por el terminal de los peruanos, ¡sí! ese que es fétido, pero en fin, lo entretenido de esto es lo que pasa en la tarde, a eso de las dos y media, cuando el liceo queda un poco vacío y parece una aldea de zombis, de esos de resident evil, pero estaba él, mi profesor, aquella persona que varios temen, odian o a veces, esta no, idolatran. Me cae bien, es mi profesor de psicología, alto, delgado, con una barba muy larga, un poco hippie. En psicología tenía un promedio, valga la redundancia, promedio pero me gustaba participar. En aquellas tardes me gustaba recorres el colegio como si alguna vez encontraría algún secreto o a algún profesor haciendo algo que no debe (saben a qué me refiero); a mí gusta desde pequeño lo fantástico en todo ámbito: libros, películas, etc. Y poco a poco me fui convirtiendo en un geek (freak, nerd, ñoño, etc.), y soy un gran fan de la magia: Harry Potter, el Señor de los Anillos, Avatar, etc. Siempre soñé con tener una gran aventura donde me elegían y me entrenaban para salvar el mundo casi como Harry, Frodo, Luke, Aang, etc. Pero esa tarde, en ese recorrido, todo cambiaría.

Caminaba cerca del baño de niñas (sí niñas de primero a cuarto básico, no adolescentes llenas de hormonas las cuales se mira todo el día en el espejo solo para apreciar si su alisado está bien) y vi pasar a aquel profesor, Fernando era su nombre y el mío es Ricardo, con un paso muy apurado y una cara de no estar haciendo algo bueno. ¡Esta es la mía! – Pensé – me pare con los pies abiertos más o menos a 40 grados y mis manos en la cintura (algo así como la pose de Superman), el giró y su cara cambió completamente, pero no como yo me esperaba, en vez de sorprenderse o asustarse sonrió un tanto macabro, me miró y me dijo: Sígueme.

Estaba asustado, seguramente me llevaría a la oficina del director, otro hombre un poco extraño de hecho, pero me hizo entrar a su sala. Ya en ella, la cual estaba oscura, hizo una señal con su mano izquierda para que tomara asiento en la silla frente a su escritorio. Bien. Has pasado la prueba, me has demostrado que eres digno. Cuando esas palabras salieron de su boca partí hacía mi primera aventura de esas que son fantásticas, de esas tipo El Señor de los Anillos.

El silencio de funeral se mantuvo por varios segundos que se me hicieron horas, hasta que me armé de valor y dije. ¿A qué se refiere? Rió estrepitosamente. Si, definitivamente serás mi discípulo. Después de pronunciar estas palabras el profe hippie y buena onda pasaría a otro plano y será mi maestro. ¿Discípulo? ¿Yo? ¿De qué me habla. Já! ¿Aún no te das cuenta? Soy un mago, Ricardo, un mago. En ese momento me cuestioné miles de cosas en mi mente ¿Existe la magia? ¿Esta bromeando? ¿Es homosexual?, fin hubo otro silencio muy largo (alrededor de 5 minutos) en los cuales nos miramos directo a los ojos, aquel señor era un poco snob pero ¿un mago? No lo creía, aparte ¿será un mago o un ilusionista? Fue la primera pregunta que formulé pero ni siquiera termine cuando el bramó ¿¡Acaso no me crees!? Bueno – dije un poco asustado – no todos los días te cruzas con tu profesor y te dices que serás su discípulo y que él es un mago ¿no? – en mi infancia y pubertad siempre tenía las narices pegadas a libros de fantasía y uno que otro comic así que me arriesgaría, tal vez él era un masón, no dude en preguntar, ya había agarrado confianza – Bien, seguiré con esto, - dije ya decidido, en fin, nada podía pasarme peor que morirme, cosa a la cual no temía – pero antes ¿Esto de los magos es solo usted o un grupo de personas? ¿Es usted masón?
No y no – dijo cortante el hombre de barba blanco – yo vengo del extranjero ¿Acaso no pones atención en mis clases? A veces – conteste con humor -, pero nunca dijo de donde. Eres curioso ¿No?, siempre paseándote por los pasillos cuando nadie debería transitarlos, te gusta salir por la noches vestido de negro y fumar cigarrillos importados – me impresionó mucho eso, una de mis aficiones era salir de noche a ver encontraba algo interesante, antes de que terminara de procesar lanzó sus palabras las cuales me dejaron atónito – Nibiru, supongo que en tus noches de navegaciones de internet post salidas nocturnas habrás leído algo en la Wikipedia – finalmente mis dudas se disiparon, era un mago o algo así, era un tanto omnipresente y debía tener unos tres mil años – Y … ¿Cuántos tienes 3000 o 4000? Ni creas tengo apenas 150, pero es una tradición familiar enviar a los que salen magos a la tierra, los elementales del fuego están en el sol, los de tierra en Marte y algunos en la Luna ¿Crees que Neil Armstrong llego allá de verdad? Fue una transmisión, nos dieron mucho plutonio. ¡Guau! era algo grande, yo le creía todo ya que me dio varias pruebas de que era verdad lo que me decía, varios fenómenos y me hablo de otros seres habitantes en su planeta. ¿Esta es su verdadera forma? – pregunte con ansiedad, ya estaba inmerso en un mundo al cual siempre quise pertenecer – Sí – dijo él – todos los seres extraterrestres tienen la misma forma que tienen ustedes acá, la diferencia es que ustedes son inferiores en inteligencia y control de los elementos y la quintaescencia a diferencia de planetas de Andrómeda, de hecho, ¿Sabías que varias cosas de hombres de negro y la Guerra de las Galaxias son verdad? – A esa altura ya lo daba por hecho – ¿Y qué Poseidón y los reyes del Olimpo viven en Venus porque es más cálido? Bien, basta de cuentos ahora tienes tu primera, tú manejas la quintaescencia así que lo único que debes hacer es levantar tu mano derecha y sentir el calor del fuego, el frío del agua, la dureza de la tierra y la suavidad del aire, cuando los sientas en un mismo momento ¡expúlsalos!
Me concentré por varios minutos y en mi mente pasaban imágenes de los cuatro elementos, cuando los sentí en un momento extendí mi brazo y lancé todo lo que sentía (que era inexplicable) hacía mi brazo izquierdo… de la nada una especie de hoyo negro se formo, lo contemplé y Fernando, quien me observaba un tanto maravillado extendió su brazo derecho y tomo aquella energía, flotaba sobre su mano, era maravilloso, contemplé un rato más cuando Fernando cerro su mano y se oyó un ruido sordo como cuando destapas un jugo boca ancha pero amplificado por cien.
Excelente Ricardo, nunca pensé que controlarías tan bien la quintaescencia. Hoy es jueves, Emmm… - empezó a dar vueltas por el salón un rato pensando – bien empezaremos mañana, tu misión será ser el embajador de la tierra en mi planeta – quedé sin aire por un rato - Nibiru allí estaremos en algún tiempo más, tratara con gente como los presidente, el pentágono, FBI y, obviamente, nuestro queridos amigos los hombres de negro. Ahora vete si no pensarán que abuso de ti. – Salí del salón con otra visión de la vida cuando el viejo hippie me paro con un HEY! – Por cierto mañana en mi casa a medianoche, recibirás una mail. Adiós
Ni siquiera me moleste en poner atención a la clase que seguía solo me imaginé en lo que pasaría en algunas semanas más. ¿Yo? ¿Embajador del planeta tierra? ¿Hombres de Negro? ¿Nibiru?, pero por ahora una preguntaba me molestaba, ¿Cómo controlo yo la quintaescencia?
Llegué a mi casa y no saludé ni hable con mi mamá ni con mi padre, aunque ya era algo de costumbre para ellos, ya que a veces llegaba de mal genio, mi madre subió a ofrecerme almuerzo y yo acepté, tenía mucha hambre, prendí mi computador y abrí los programas de siempre: Messenger, Torrent, Mozilla y iTunes. Rápidamente en la Wikipedia volví a buscar Nibiru ahora con una intervención – ya lo imaginaba – de Fernando. Al final de esta página salía “Relación con la tierra”, bajo de esto decía lo siguiente:

“Este –al igual que muchos otros planetas de los cuales no se tiene una prueba de su existencia– hoy en día se prepara para recibir a un embajador de la Tierra para poder estrechar las relaciones entre ambos planetas. Por ahora es lo único que han comunicado las autoridades de Nibiru”

Sabía que – como ya lo habían hecho varias veces - sería borrado de la página en cosa de minutos, pero tenía el presentimiento de que tal vez, sólo tal vez, causaría algún tipo de revuelo, ya que este tipo de páginas no son muy visitadas como las de biografías o de países así que pensé – por un momento – que Salfate podía hablarlo en la noche como conspiración o tirarlo como “talla”, en fin, al confirmar que el planeta existía (dude en el camino) busqué un poco sobre el hombre y cuando encontré su perfil en la página del colegio (muy vaga, por cierto) no decía nada más que la universidad a la cual asistió: Federico Sta. María. Busqué en las bases de datos de esta universidad (cosa muy fácil de hacer si tienes algunos contactos en los foros de hackers) y no encontré nada interesante, era un alumno destacado, pasó sin pena ni gloria, pero hubo algo interesante: su tesis, hablaba sobre la psicomagia, “una práctica que todos los hombres de la tierra practican a diario”, me llamo un poco la atención, una vez leí un libro sobre psicomagia pero decía que al final toda la magia es el amor; rápidamente lo descarté.
Finalmente ya dieron las 6 y decidí toma una ducha para disipar un poco la tensión del día y pensar un poco más en todo lo que había pasado en las última cinco horas cincuenta, después de ducharme y decidir que lo de la quintaesencia en algo totalmente terrestre decidí llamar a Manuel (o Manolete como lo llamaba su novia, me gustaba decirle así para molestarlo) y le dije que me visitará vivía a la vuelta de mi casa así que no sería una gran molestia para él. Lo primero que me dijo al llegar es porque estuve tan “volao’” en la clase de historia, acto seguido hice el mismo proceso que me hizo hace Fernando de sentir los cuatro elemento para formar aquella bola de energía oscura...
¡RICARDO! –Sentía unas cachetadas muy fuertes, pero no tenía energía apenas para abrir los ojos– despierta, tu mamá ya se fue, le dije que te había desmayado, que nos dejaras. Pensó que nos habíamos drogado y estuvo a punto de llamar a mi mamá a su trabajo.
Abrí los ojos y vi a Manuel con los ojos brillando. ¿Alcanzaste a verla? –él me miro atónito y asintió con la cabeza– ¿Cómo? ¿Quién? ¿Dónde? ¿Cuándo? –Me levanté mareado, así que me senté rápidamente en mi cama– No lo sé, Fernando, en el colegio, hoy. –Usé esas últimas energías para responder a Manuel a sus preguntas y caí a mi cama.

Taranataranatarataranataranatara… 6.50 AM debía ir a clases, repetí el proceso rutinario: estirarse, agua, café, dientes, espejo. Camino hacia la escuela sentí que necesitaba más café así que compre uno en la gasolinera que esta camino al colegio (vainilla expreso, mi favorito). Camino me seguí cuestionando la propuesta de Fernando, aunque ya había aceptado de cierta forma, me daba un poco de miedo, me di cuenta que mientras camino pienso bastante. Tuve una nueva disyuntiva “¿Porqué el extremo norte del último país de América para el embajador de Nibiru?” (En todo caso, después de todo esto de la quintaescencia y del profesor mago nada podía ser más extraño). Fue un día normal de clases, todos corrían, se besaban, tocaban guitarra, comían chatarra, profesores un tanto locos, alumnos que parecían profesores, profesores que parecían alumnos, algo de sexo, drogas y rocanrol en los baños, niños escribiendo con lápices raros, niñas golpeándose, juegos de pelota, bibliotecaria amargada, profesores un poco homosexuales e idas a dirección; Sólo algo no cuadraba, Fernando se había ausentado.
Al terminar el día, camine de vuelta a mi hogar, era viernes, todos los jóvenes fumaban cigarrillos saliendo de sus liceos, chiquillas con pelos teñidos y grandes atributos reían y cantaban canciones con un explicito contenido sexual, chiquillos, como yo, apostaban quien duraría más esta noche o a cuantas se iban a poncear.
Al llegar la tarde, después de una siesta, almorcé y me duche, avise a mi madre que saldría esta noche, que no me esperara, yo era responsable, nunca había llegado ebrio o drogado a mi casa, mi madre sabía que fumaba pero no por eso me dejaba hacerlo en casa, en fin, me vestí con un chaqueta de cuero, de esas tipo Ramones, unos pantalones más o menos apretados y unas zapatillas de lona. Salí en busca de la casa de Fernando pero cuando estaba a punto de salir recordé que no sabía donde vivía. Corrí al computador y revisé mi correo electrónico: Azapa.
Caminé hacía el centro de la ciudad, donde podría tomar un taxi rural, el cual me debería llevar hacía mi destino, en el camino se cruzo un gato marrón, del color de el grano de café y me miró yo me acerqué a él para acariciarlo pero escapó.
Ya cerca del destino, el taxi me había cobrado mil pesos (un módico precio para una zona rural) había chocado un auto, en realidad era una de esas camionetas híper-caras, las Hummer, esas que sólo los millonarios conocidos o uno de esos traficantes de cocaína o pasta base que tenían una de esas importadoras de todo a quinientos, al bajarme, prendí un cigarrillo, un Lucky Strike y seguí caminando hacía la número 98-A del pasaje ___________, al acercarme vislumbré una casona, tipo colonia, muy grande, aquella debía ser, eran las 11.51, estaba a menos de diez minutos de aprender algo nuevo, espero algunos minutos y a las 11.57 me paré enfrente de la puerta (la casa estaba cercada) y golpeé con fuerza.
Buenas noches –era una hermosa joven, de alrededor de unos quince años– pasa, mi padre espera –lo último que pensé fue en que Fernando tendría una hija de mi edad.
¿Cuál es tu nombre? –Dije con una grave voz, para llamar la atención de aquella chiquilla– Alicia –dijo con una voz tímida y dulce. Cruzamos miradas y caminamos hacia la casa, en aquel momento en que nuestras miradas se cruzaron pude notar –gracias a la luz de la luna– que tenía unos ojos miel, espectaculares por cierto y muy brillosos por la luz que proporcionaba la luna aquella noche.
Entramos a la casa y vi de inmediato a Fernando quién con un movimiento en su brazo me hizo pasar a un patio rodeados por murallas y piezas, en el medio había arena, esto aprenderás hoy – con un movimiento amplio en su brazo izquierdo bramó – Pragoh – la arena repentinamente se convirtió en pasto.
De inmediato me puse cómodo e imite los movimientos…
Al amanecer ya sabía muchas cosas sobre la quintaescencia, Fernando me enseño muchas cosas esa noche entre ellas como lanzar fuego, agua, tierra y aire, cambiar el clima (no me la recomendó), curar heridas leves, como aumentar mi velocidad corriendo y hacerme invisible. Aparte de enseñarme a tener más resistencia frente a hechizos que te quitan energía. (El chocolate sirve para levantarte después de varios minutos invisible)
Llegué casi a las 8 de la mañana y mi madre no se dio cuenta de mi ausencia aquella noche de viernes, aún pensaba en aquella chiquilla, Alicia, tenía algo que me volvía un poco loco, la agregué a facebook para poder estrechar lazos, la invité a salir, para el siguiente fin de semana (ella eligió sábado) y ahí estaba ella esperando mientras fumaba un cigarrillo; íbamos a una disco, de esas alternativas donde no había reggaetón si no música rara y experimental.
Bailamos, bebimos cervezas (hoy en día a todos los jóvenes a partir de quince les venden alcohol, cigarrillos y drogas), estábamos pasándola de lo mejor cuando me tomó de la mano y salió hasta la puerta. Me están siguiendo – me entró un poco de miedo, quizá eran “los malos”. ¿Qué hacemos? ¿Quieres irte? -- le pregunté un poco exaltado por la situación. Sí, vamos a un lugar seguro. – me tomó de la mano y caminamos algunas cuadras en dirección al morro. En una de esas avenidas paramos un poco para descansar. ¿Quiénes eran? – pregunté, ya que ni siquiera les vi la cara. Le tomé la mano, la miré a los ojos ¿Estas asustada? – me acerqué y la besé… estaba tirado en el piso Hey!! Aléjate de ella si no quieres salir herido – dije con un aire un tanto como de héroe – Ferige!! – estiré mis brazos y sentí el calor del fuego y salieron unas llameradas desde las palmas de mis manos; los hombres corrieron y soltaron a Alicia. ¿Estás bien? – Le tomé la mano y la levanté…
Tengo miedo, él está en algo raro y no sé qué pasa – me abrazo tan fuerte que hizo que mi espalda sonara.

Fui a dejarla para que tomara un taxi hasta su hogar y nos besamos de nuevo, le dije que estuviera tranquila y que si algo pasaba yo estaría allí para protegerla (me las di de galán). Llegué a mi casa y había un ambiente un poco apagado; me acordé que ese día era el aniversario de muerte de mi abuelo, la cual había sido un poco extraña (un paro cardiaco, pero llevaba una vida sana), entre saludé a mis tíos y primos y pasé directo a mi pieza.
Al día siguiente me levanté temprano para asistir a una misa y post romería en el cementerio para honrar al abuelo Ricardo (se llamaba igual que yo), noté que unos tipos que nadie conocía estuvieron en ambas ceremonias, a estas solo se invitaban a familiares y amigos, no puse mucha atención ya que estaba ocupado comentando de libros con mi primo del sur, me dijo que el día que murió el abuelo pasaron varias cosas extrañas en los cielos, el era estudiante de astronomía, me interesé y busqué un poco en internet, claramente varias estrellas se habían “apagado” y se habían encendido a las 3 AM del otro día, suceso extraño.
El día lunes asistí al colegio como de costumbre y en tuve que izar el “pabellón patrio”, un símbolo tan motivador, posterior a eso tuve clases con Fernando, lo noté un poco cansado, no estaba afeitado, ojeras, despeinado, etc., en fin, al final del día (de clases) de camino a casa, en el terminal peruano tipos parecidos a los infiltrados en la misa y romería comenzaron a seguirme sutilmente (iban a varios metros de mí), me sentí vigilado por varios días.
El viernes tuve otra cita con Alicia, ese día la noté un poco ida, como en trance, comimos, bailamos, fumamos. Caminábamos por la costanera a la altura de la playa el Laucho los tipos que me siguieron toda esa semana aparecieron, esta vez me aburrieron gire ¿Se les ofrece algo? – dije con una voz un poco burlona – Sigue caminan adefesio, no son asuntos tuyos – Me di vuelta abruptamente y bramé – Etarrio! – y levanté los brazos, la tierra hizo una ola la cual dejó en el piso a ambos, acto seguido se levantaron y estaban a punto de atacarme y Fernando aparece de la desde lo alto del cielo ¿Qué haces con ella, porque arruinas mis planes? – Me pareció raro qué tener una cita con su hija fuera una intervención a sus planes – Dime Fernando, ¿A quién frecuentas últimamente? – Sabía que andaba en algo raro, pero generalmente siempre hay alguien que influye en los actos llámense malos, raros, siniestros, malévolos, etc.; Eso no es de tu incumbencia mocoso insolente, ahora sabrás que es controlar la quintaescencia, sabía que no debía confiar en ti pero… – paro un momento de hablar, busqué a Alicia y no la encontré, el se acercó a mí y saco un cuchillo pequeño, me hizo una herida y llevo mi sangre a su boca— ¿Qué pretendes?—sin emitir ninguna explicación me atacó – explón máximo!! – extendió sus brazos y los agito hacía mí – lefivo! – antes que la explosión me alcanzar me eleve cinco metro arriba y baje con mis mano apuntando a hacía Fernando – gewot – y un chorro de agua salió desde el mis manos, antes que llegaran a Fernando hice una curva para poder ahogarlo, estuvo casi un minuto dentro del agua antes de romperla con aire. Cuando intento lanzarme fuego puse un muro de piedra que se calentó al rojo vivo, mientras el esteba preocupado de romper ese muro yo me hice invisible y corrí hasta llegar a su espalda, conjuré aire para poder ahorcarlo y posterior terminar con él de un vez por todas cuando la voz de Alicia en mi mente suena Mátalo, él no es mi padre, dijo que sería su alumna, tú tienes el poder para, solo debes tocarlo. Procedí con mi plan el aire vino directo a su pecho y lo lanzo hacía mis brazos. Con que no puedo tocarte Eh? – confiado, puse mis manos en su cara, casi automáticamente se hizo polvo y el viento se lo llevo lentamente. Cuando me di vuelta Alicia cayó inconsciente y los tipos que me siguieron se desvanecieron en humo negro.
Días después del suceso, del cual nadie supo, Alicia me explicó que mi abuelo había querido asesinar a Fernando, pues él era un enemigo del planeta Nibiru, hoy con 30 años le relató esta historia a mis hijo, obviamente me casé con la princesa del plante, quién curiosamente era Alicia, hoy a más de diez año desde mi partida de la tierra buscó a algún embajador que me reemplacé, me hago pasar como un profesor de Sicología llamado Andrés, egresado de Harvard, con una extensa ficha con logros en la página oficial de la universidad.
Camino por la cuidad en aquel parque donde dejé a Alicia que tomara su taxi después de nuestra primera y me percató que dos hombres de aspecto gris y un poco fantasmal nos siguen hacer unas cuadras…


Lestrange
29 de junio de 2010 22:18 (-4 GMT)



100 Palabras, Arica (reeditado y acortado)

Y allí estaba frente a mí, el sol y las bandas del carnaval atenuaban los latidos de mi corazón que quería salir desde mi pecho y aferrarse a ella… Hasta que aquella tarde gris la vi con él, no lo soporto ¡Ya no puedo más! Este morro ayer conquistado por compatriotas, hoy será mi compañero para liberarme para siempre de mis penas…


21/8


¡No quiero!, ¡No quiero!, ¡No quiero!

Pero si ya es tiempo de conocernos mejor.

¿Estamos solos aún?

¿Hasta a qué hora?

No sé

Y así comenzó a besarme desmesuradamente, desvistiéndome de a poco, con sutileza y una respiración muy fuerte y acelerada, llego a mi vientre, lo apretó, abrió mi pantalón y me dejé llevar…

Desde aquel momento todo cambió, la vida se multiplicó, pero me convertí en coleccionista de heridas, las consecuencias no las quiero saber aún.

Hace dos semanas que perdí mi virginidad, tengo catorce años, curso octavo básico, estoy becada, me llamo Antonia y… y tengo un atraso.

Pero amiga abórtalo, es súper normal, no serás ni la primera ni la última, mira: en el mercado, a la vuelta de la cevichería la señora que vende remedios naturistas vende una yerbita súper buena, te deja mal un día (osea si te la tomaí en la tarde, al otro día en la mañana estay lista) ¡No se te vaya a ocurrir contarle a tu mamá, te dejaría sin computador y sin salir hasta nuevo aviso!, además te echaría de la casa y le diría a toda tu familia que te escapaste.

Va un mes.

Jovencita, ¡qué actitud más reprochable! Cometiste un pecado, el adulterio, el aborto sería peor aún, no puedes hacer nada, estás en un laberinto sin salida, ¿qué dirá tu familia? ¿Cómo se sentirá tu padre, tu madre? El señor te perdonará, pero la mejor decisión es que lo tengas y confrontes el problema como una mujer grande, es lo que deberás ser ahora, saltarte tu etapa.

Segundo mes. Estoy nerviosa.

¿Fuiste violada? ¿Tus padres lo saben? ¿Ya te expulsaron? ¿No quieres darlo en adopción? La ley te acoge, pero sólo si fue una violación, si el coito fue consumado por consentimiento mutuo no hay nada que hacer, debes confrontar el problema y decirle a tus padres, ahora.

Tercer mes, terminamos, se está dando cuenta.

¡Jóvenes! Silencio, la clase de orientación no es una pérdida de tiempo, no es para dormir, ni para hacer los trabajos de otras asignaturas. El tema de hoy es: el embarazo adolescente ¿porqué les comento este tema? Los jóvenes de hoy no saben nada de lo que hacen, creen que tienen el mundo a su favor y son inmortales, nadie les va a hacer ningún daño ¡y eso es una total mentira!, siempre hay gente que quiere hacerles daño, perjudicarlos, no se crean grandes, aún no tienen ni siquiera idea de lo que es la vida, la vida de ustedes aún es propiedad de sus padres, ustedes no trabajan, no tienen ni siquiera estudios completos, sus padres se esfuerzan por ustedes, su desarrollo aún no termina y la destrucción de su vida sería el triste final de lo que comenzó como un cuento de hadas.

Talan!

Nebulosa de ideas, sentimientos y actos por hacer, son las tres y media de una tarde gris de agosto, el viento agita mi pelo, no lo quiero ver, no quiero decirle a nadie más, nadie entiende que es lo que llevo aquí, otro corazón palpitante, el delantal blanco me está delatando, debo hacer algo YA!

Mañana actuaré…

Mamá:

No es tu culpa, eres la mejor, no me odies por hacerlo, si algún día llegas a ver de nuevo a mi papá dile que fui una buena hija.

La dejé en mi cama, a lado del peluche que me regaló y a lado de esta un papel arrugado y mojado con las lágrimas de nosotros dos.

Tú y yo.

Me escapé de la clase de ciencias antes del sonido de la campana, llevaba la cuerda de color marrón que pondría fin a esta historia de mierda, el poste de luz esperaba por mí, las nubes se corrieron para dar paso al fin de nosotros dos, el primer rayo de sol entre todas esas nubes y mis lágrimas imploraban perdón al pequeño que llevaba dentro, él no era el error, fui yo, fue todo mi culpa, mi impulso, mis ganas de sentirme una mujer completa. Ahora el acto final: tomo la cuerda, el nudo ya estaba hecho, la enrosco en mi cuello, me lastiman las fibras, tragué duro antes de dar el puntapié a la silla, adiós pequeño, esta vida no te la mereces...

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¿Cuál era su pregunta?

¿Para que ser feliz?
¿Para que llorar?
¿Porque tan serio?
¿Porque querer o amar al otro?
¿Porque creer?
¿Para que conocer?
¿Para que mirar hacia arriba y pensar en el pasado?
¿Para que recorrer?
¿Porque ella?
¿Porque él?
¿Porque nosotros?
¿Porque no?

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